2021 – 21 días de ayuno
Incomprensiblemente Presente
2 Samuel 12:21-23 NTV
21 Sus consejeros estaban asombrados. —No lo entendemos —le dijeron—. Mientras el niño aún vivía, lloraba y rehusaba comer. Pero ahora que el niño ha muerto, usted terminó el duelo y de nuevo está comiendo. 22—Ayuné y lloré —respondió David— mientras el niño vivía porque me dije: “Tal vez el Señor sea compasivo conmigo y permita que el niño viva”. 23Pero ¿qué motivo tengo para ayunar ahora que ha muerto? ¿Puedo traerlo de nuevo a la vida? Un día yo iré a él, pero él no puede regresar a mí.
No sé ustedes, pero tengo esta increíble habilidad de estar completa y físicamente en algún lugar, pero en ese mismo momento exacto estar en un lugar completamente diferente. Si eres como yo, sabes exactamente de qué estoy hablando. Si bien mi cuerpo puede estar totalmente presente en casa, mi mente me tiene completamente ocupada en otro lugar. Aun cuando no hago esto intencionalmente, puede hacer que no esté completamente disponible para las personas con las que estoy en el momento.
De la misma manera, si permitimos que nuestra mente divague, nuestros errores, oportunidades perdidas o arrepentimientos del pasado pueden, sin saberlo, absorber toda nuestra disponibilidad para nuestro futuro. David nos dio un ejemplo perfecto de cómo lidiar con nuestro pasado en esta escritura. A pesar de que lo que experimentó fue algo terrible, por lo que era completamente culpable, una vez que la situación terminó, no había nada que pudiera hacer al respecto. Entonces, para estar disponible para donde Dios lo estaba llamando, dejó su pasado en el pasado. Incluso lo hizo tan bien que sus sirvientes dijeron: “No te entendemos”.
Tu aplicación personal:
Nuestro pasado es un gran maestro, pero no es un gran compañero. Algunos de nosotros, incluyéndome, necesitamos aprender del pasado y luego cortar la relación. Cuando hacemos esto, podemos llegar a estar “incomprensiblemente presentes” y totalmente disponibles para donde Dios nos lleve. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, 14sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Filipenses 3:13-14 NVI
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