2018 – Revive All – Espanol
Naciste para ganar
No sé por qué, pero ser competitivo nunca fue algo que tuve que aprender; siempre he sido estupendo en ello. ¡Tan en serio, que incluso lo apliqué en actividades que probablemente la mayoría no lo consideraría competitivo! No me importa si estamos jugando en un torneo deportivo o si estamos caminando por un pasillo, ¡de alguna forma, en mi mente voy a encontrar una manera de derrotarte! Algunas personas confunden mi pasión por ganar con hacer trampa, pero en mi mente, ¡simplemente tu no quieres ganar, tan en serio como lo quiero yo! Cuando la gente me pregunta por qué soy tan competitivo, normalmente me gusta culpar a mi “Abuelita”, quien es la mamá de mi mamá. Cuando yo era más joven, ella y yo nos metíamos con esta escritura y rápidamente se vino a ser mi Escritura favorita:
24 ¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! 25 Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. 26 Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. 27 disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado. – 1 Corintios 9:24-27 NTV
¡Ganar es bíblico! Quizás no en el sentido de lo que yo estaba hablando antes, pero Pablo claramente hizo todo lo que pudo para asegurarse de que él fuera declarado ganador al final de su vida. ¡Él era competitivo!
Lo que he encontrado en mi propia vida es que siempre soy competitivo en juegos, deportes, y muchas otras cosas que pueden o no ser importantes; pero en muchas áreas de mi vida espiritual, estoy lejos de ser competitivo. La Biblia deja muy claro que cada día estamos en una batalla contra un enemigo muy astuto:
12 Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. – Efesios 6:12 NTV
8 Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. – 1 Pedro 5:8 NTV
Cuando me di cuenta de este hecho, se encendió un fuego dentro de mí. Yo odio perder, y voy a hacer casi cualquier cosa para no perder en un juego, pero estoy permitiendo ganar a mi oponente espiritual en muchas áreas de mi vida, que son mucho más importantes que los deportes o juegos. Eso no está bien para mí.
Así que decidí que, si voy a ser declarado ganador al final de esta vida, al igual que un atleta disciplina cada área de su cuerpo, yo necesitaba empezar a disciplinar todas las áreas de mi vida donde yo estaba permitiendo que el enemigo gane. Por ejemplo, si yo elegía la pereza en lugar de la disciplina de dedicarle tiempo cada día para estar en la Palabra y tiempo de oración personal, eso fue una pérdida en mi registro. Si yo permito que el pecado tenga influencia de nuevo en mi vida, otra victoria va a mi oponente.
Lo que noté fue que, hubo muchas de áreas en mi vida que se veían verdaderamente muertas a causa de la frecuencia con que yo mismo me permitía perder. Sin embargo, ¡alabado sea Dios por la nueva vida que Él puede dar en cualquier área que le permitimos entrar! Conforme me he inclinado hacia la gracia de Dios, permitiéndole ser mi entrenador, noté que había áreas en mi vida en las que estaba en el banquillo durante demasiado tiempo, que Dios estaba empezando a revivir en áreas competitivas de mi vida. ¡Con cada victoria, sentí a Dios reviviendo el entero y completo competidor que me había llamado a ser!
Pídale al Espíritu Santo que te revele las áreas de tu vida en que has estado permitiendo que el enemigo gane. Una vez que esas áreas han sido reveladas, pide de Sus “misericordias que son nuevas cada mañana” y pídele que te dé el poder para pararte del banquillo para competir de nuevo.
Quizás ha pasado un largo tiempo desde que sentiste la increíble sensación de la victoria. Escoge algo en lo que eres genial, como un deporte o un juego, ¡y diviértete!