2020 – DÍAS DE ORACIÓN Y AYUNO – ESPAÑOL
Ten Valor

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Isaías 41:10

6 Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará». Deuteronomio 31:6

Tambien mira Josué 1:9 y 2 Crónicas 20:15

Hace muchas décadas, se hizo la película Una Vida Maravillosa. Para los que están familiarizados, el personaje principal, que ha sido generoso y amable toda su vida, se encuentra con circunstancias que lo llevan a considerar el suicidio. Su situación se conoce en el cielo. Ahora, no se me despeguen… esta es una película… pero tal vez no esté tan fuera de lugar. Cuando los ángeles discuten la situación, su ángel guardián le pregunta: “¿Qué pasa? ¿Está enfermo?”. La respuesta es: “No, es mucho peor. Está desanimado”.

El desánimo se ha definido como “una pérdida de confianza o entusiasmo; desaliento”. Otros han dicho que es una insatisfacción con el pasado, disgusto por el presente y desconfianza del futuro.

Esta es realmente una descripción precisa de cómo nos afecta el desánimo. Consideremos que está estrechamente relacionado con nuestros puntos de vista sobre cómo hemos vivido nuestras vidas; los errores

que hemos cometido, lamentos por el pasado y la pérdida de esperanza para el mañana. Puede convertirse en una barrera para el futuro al que hemos sido llamados, a medida que nos atoramos por temor a seguir adelante o nos quejamos de nuestras circunstancias.

Me causa gran esperanza que los héroes de la fe enfrentaron el desánimo, ya que podemos ver el resultado de su superación. Realmente es una decisión escuchar la voz de Dios que dice: “No se desanimen, porque yo soy su Dios”.

Siempre me ha animado la promesa en Isaías 40:31: “pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.

Esperar al Señor es la clave. Cuando lo hacemos, podemos eliminar la insatisfacción con el pasado, el disgusto por el presente y la desconfianza en el futuro.

Ten valor hoy.

Señor, hoy venimos ante Ti, pidiendo la capacidad de confiar en Ti para nuestro pasado, presente y futuro. Esperamos que renueves nuestras fuerzas. Te lo agradecemos, porque basamos nuestra confianza en Ti en todas las cosas. Amén.