2020 – DÍAS DE ORACIÓN Y AYUNO – ESPAÑOL
Olvídalo

“16 Yo soy el Señor, que abrió un camino a través de las aguas, e hizo una senda seca a través del mar. 17 Yo llamé al poderoso ejército de Egipto con todos sus carros de guerra y sus caballos. Los sumergí debajo de las olas, y se ahogaron; su vida se apagó como mecha humeante. 18 »Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer. 19 Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves?…” Isaías 43:15-19a (NTV)

Isaías 43:19 es una escritura que es amada por muchos y por muy buenas razones. Es una hermosa promesa que Dios está haciendo a su pueblo y creo que también debemos mantenerla firme en nuestras vidas. Sin embargo, la pregunta con la que termina esta escritura siempre ha puesto un poco de miedo en mi corazón. “¿No lo ves?”

Nunca quiero ser el hombre que le ruega a Dios una bendición que ya he recibido pero que no puedo ver, porque me estoy centrando en las cosas equivocadas. Mi pasado malo, mi vergüenza, mis errores, mis ofensas: estas son todas las cosas en las que puedo concentrarme que pueden evitar que perciba las bendiciones de Dios. Sin embargo, cuando Dios dice: “olvida todo eso”, no está haciendo referencia a esas cosas negativas. De hecho, si miras hacia atrás en la escritura, a todo lo que hace referencia parece ser cosas muy positivas! Entonces, ¿por qué Dios les estaría diciendo que se olviden de esas cosas positivas y, a su vez, también nos dice que hagamos lo mismo en nuestras vidas?

Creo que siempre debemos honrar a Dios por lo que ha hecho en nuestro pasado, pero la trampa viene de creer que va a funcionar exactamente de la misma manera en nuestro presente y en nuestro futuro. No digo que eso nunca suceda, pero lo que digo es que a veces podemos perder lo que Dios está haciendo en nuestro presente porque esperamos que lo haga exactamente de la misma manera que lo hizo la última vez.

¡No dejes que las bendiciones de Dios de ayer, te impidan ver Sus bendiciones hoy!

Espíritu Santo, te pido que me permitas estar agradecido por ayer sin poner hoy en una caja creada por mi pensamiento limitado. Creo que tienes el poder de trabajar de la manera que sabes que es mejor para mí y para Tu reino, y no quiero limitar mi bendición porque no puedo ver fuera de mi punto de vista. Te pido que me abras los ojos a lo que estás haciendo HOY y que evites que me concentre en el ayer. En el nombre de Jesús, ¡amén!